elefantiasis

La Elefantiasis
Es una enfermedad crónica que se caracteriza por un engrosamiento extraordinario de las extremidades inferiores a causa de la acumulación de líquidos que un género de gusanos nematodos parásitos.
Esta enfermedad se debe a la obstrucción de vasos linfáticos, y es por ello que se dan como resultado inflamaciones severas y de parásitos sanguíneos como las filarias (parásitos habitantes de los vasos linfáticos, de cavidades corporales, corazón y otros lugares del cuerpo dependiendo de la especie). También causa malformación de huesos, la cual va deformando el cuerpo hasta donde la deformación lo permita.
Un tipo crónico de filariasis se caracteriza por inflamación y obstrucción de los vasos linfáticos y la hipertrofia de la piel y el tejido subcutáneo, que principalmente afecta a las extremidades inferiores y a los genitales externos. La enfermedad debe su nombre a los síntomas, especialmente la hinchazón de las extremidades, lo que hace que las piernas se parezcan a las de un elefante. El término se aplica a menudo a la hipertrofia y engrosamiento de los tejidos que resulten de cualquier causa. Elefantiasis True, o filariensis elefantiasis, es más frecuentemente causada por un delgado hilo filaria parásito Wuchereria bancrofti, que entra en el sistema linfático, causando una obstrucción del drenaje.
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La filariasis constituye un grupo de enfermedades parasitarias en el humano y otros animales, y por lo general tropicales, causada por la infección de «filarias», nematodos del orden Spirurida, superfamilia Filarioidea, que son transmitidos en forma de larva o micro-filaria a los vertebrados por un artrópodo |
Las larvas de filaria es transmitida por los mosquitos o las moscas que llevan la sangre infectada con ellos. La elefantiasis se encuentra más a menudo en zonas tropicales o subtropicales, como África central y algunas islas del Pacífico, y es rara o inexistente en la zona templada del planeta. Los signos visibles primero son la inflamación de los ganglios linfáticos, con inflamación temporal en la zona afectada, vetas rojas a lo largo de la pierna o el brazo, el dolor, la participación de escalofríos y fiebre (fiebre alantoides), seguido de la formación de úlceras y tubérculos, con un engrosamiento, decoloración y agrietamiento de la piel. Medicamentos específicos son administrados para la destrucción de los parásitos; los vendajes y la elevación de la zona afectada ayudan a aliviar la hinchazón. El control sanitario para eliminar los insectos portadores de la enfermedad, es el método más eficaz para su eliminación definitiva.
El tratamiento de la filariasis se hace con un antihelmíntico como Albendazol®, que para conseguir la curación debe ser administrado simultáneamente con Ivermectina® o con dietilcarbamazina para eliminar las microfilarias o larvas, en las patologías en que éstas se presentan. El medicamento y la dosis precisa deben ser determinados por prescripción médica para cada caso específico. La extirpación quirúrgica de los nódulos oncocercomas (nodulectomía) es una medida usada para el tratamiento y control específica de la oncocercosis.
El tratamiento farmacológico de las filariasis se realiza con ivermectina, dietilcarbamacina y albendazol. Pero todos ellos presentan serios inconvenientes, ya que el tratamiento farmacológico debe mantenerse durante mucho tiempo debido a la larga duración de los gusanos adultos, la alta frecuencia de re-infestaciones y la falta de vacunas. Si se quiere interrumpir la transmisión, se hace necesaria la aparición de fármacos eficaces que eliminen la producción de formas embrionarias de forma total y definitiva.
En el caso de la filariasis linfática crónica el tratamiento proporciona poco beneficio. Ninguno de los fármacos consigue eliminar los gusanos adultos y si el nivel de microfilarias en sangre es elevado, pueden producirse reacciones inmunológicas severas, por lo que el tratamiento se asocia a antihistamínicos, antipiréticos e incluso corticoides.
La principal estrategia recomendada para la interrupción de la transmisión es el tratamiento anual en masa de las áreas endémicas con una única dosis de albendazol, en combinación con ivermectina o dietilcarbamacina. No obstante, en casos severos, la dietilcarbamacina debe administrarse con extrema precaución, debido a sus efectos secundarios. Estos tratamientos deben complementarse con terapia anti microbiana para tratar las infecciones secundarias.
La elefantiasis duplicaría el riesgo de contraer el virus del sida
Las personas infectadas por un parásito extendido, origen de la elefantiasis, duplicarían el riesgo de contraer el virus del sida (VI), según un estudio publicado este miércoles en la revista médica británica The Lance.
El parásito, Cherriar bancarrota, es responsable de un 90% de casos de filariasis linfática, una enfermedad tropical desatendida, según la OMS, más conocida como elefantiasis. La enfermedad, transmitida por los mosquitos, hace estragos sobre todo en varias regiones de África, donde los índices de infección de VI son altos.
También está presente en ciertas partes de América del Sur y del Caribe, en Asia y el Pacífico occidental, según los Centros Americanos de Control y Prevención de Enfermedades (CDC).
Datos y cifras (OMS):
- La filariasis linfática es una enfermedad parasitaria que puede producir alteraciones del sistema linfático e hipertrofia anormal de algunas partes del cuerpo, causando dolor, discapacidad grave y estigma social.
- En la actualidad, hay más de 1.100 millones de personas en 55 países amenazados por la filariasis linfática que requieren tratamiento profiláctico a gran escala, conocido también como quimioterapia preventiva, para detener la propagación de la enfermedad.
- En 2000, había más de 120 millones de personas infectadas; unos 40 millones están desfiguradas e incapacitadas por la enfermedad.
- La filariasis linfática puede eliminarse, interrumpiendo la propagación de la infección mediante quimioterapia preventiva con la administración de dosis únicas de dos medicamentos a todas las personas que vivan en zonas donde la infección esté presente. Desde el año 2000 se han administrado 5630 millones de tratamientos para detener la propagación de la infección
- 314,7 millones de personas ya no necesitan quimioprofilaxis gracias a los excelentes resultados de la aplicación de las estrategias de la OMS.
- Mediante la aplicación de un conjunto de medidas asistenciales recomendadas básicas puede aliviarse el sufrimiento y evitarse una mayor discapacidad entre los pacientes.
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